Evaluación

La evaluación ha de ser un elemento de primer orden en cualquier política pública, ya que resulta fundamental para promover el aprendizaje y la mejora continua e impulsar el cambio y la rendición de cuentas.

El IV Plan Director de la Cooperación Española (2013-2016) establece el objetivo de lograr una orientación más selectiva y estratégica de las evaluaciones, de manera que se optimicen los recursos disponibles, aumente la retroalimentación efectiva del sistema y se contribuya a una mayor transparencia y rendición de cuentas. Para ello, entre otras medidas, establece la necesidad de revisar y actualizar la Política de Evaluación de la Cooperación Española a través de un proceso participativo.

El IV Plan Director señala que la evaluación es un proceso sistemático y planificado de recogida de información con el objetivo de analizar, interpretar y valorar de manera crítica y objetiva una intervención, política o estrategia de cooperación para el desarrollo, incluyendo su diseño, su puesta en práctica, su estructura de gestión y sus resultados.

Las intervenciones que se desarrollan en México cuentan con una evaluación final externa como parte de su ciclo de gestión, que permitirá la extracción de lecciones aprendidas y la formulación de recomendaciones. Se realizan a través de la contratación de un equipo evaluador externo e independiente, que dirige el proceso con base en sus propios procedimientos. Estas evaluaciones buscan, entre otros, analizar los elementos que han tenido una mayor incidencia positiva o negativa en el logro de resultados, conocer los resultados alcanzados y la relación de estos con el diseño, estructura y procesos puestos en marcha durante la intervención, valorar la eficiencia y uso de los recursos del proyecto, sistematizar las lecciones aprendidas e identificar buenas prácticas.